El pacto de socios, clave para regular múltiples situaciones en una sociedad
El pacto de socios es un documento muy conocido en el mundo de los emprendedores o las startups pero que no siempre se utiliza. Se trata de un documento privado que regula aspectos que no siempre se pueden regular en la escritura de constitución o creación de una empresa ni en los estatutos que se incorporan en ella. Los estatutos o la escritura de constitución suelen seguir unos estándares más generales destinados, básicamente, a cubrir lo que dice la ley, pero no regulan las vicisitudes de una compañía en su día a día.
De este modo, el pacto de socios sí es un documento que, si bien no es obligatorio, esto es, no se exige por Ley, deviene esencial para determinar y regular situaciones que pueden llegar a acarrear un problema. Se trata de reflejar el funcionamiento habitual, así como de toma de decisiones de la empresa junto con el plan de empresa o business plan – que también es otro documento privado muy importante – para ver por dónde van a ir los tiros (o al menos, las intenciones) y/o lo que pretende llevarse a cabo con ese proyecto.
El pacto de socios, como herramienta de solución de ciertas problemáticas
El objetivo de este artículo no es hablar de las cláusulas clave de este documento ni explicar el tipo de cláusulas que debe contener puesto que sobre este tema ya existen varios artículos en otras publicaciones e Internet. Lo que pretendemos más bien con este artículo es dar importancia al pacto de socios como herramienta de previsión de situaciones y/o solución de disputas entre socios.
Está claro que estas disputas no siempre van a conllevar una disolución o venta de participaciones y que, todo dependerá de lo bien que estén reguladas en dicho pacto de socios este tipo de situaciones. Pero si no hay nada regulado, todavía puede ser peor. De este modo, podríamos quedar sujetos a las interpretaciones de las diferentes partes de lo que se suponía que la otra debía llevar a cabo; de los compromisos y tareas que se habían adquirido e incluso de las condiciones de salida y/o venta de participaciones.
Si eres de los que, apuesta por emprender, felicidades, sinceramente. Es realmente una apuesta de valientes. Está muy bien creer y confiar en los demás y atreverte a montar una empresa con ellos. Pero esto, lamentablemente, no siempre funciona y, si no conoces demasiado bien a tus futuros socios, si bien puede funcionar (y entonces, de nuevo, felicidades) también suele suceder que, en algún momento del proceso, surjan disputas y discrepancias que pueden acarrear problemas y/o incluso la disolución de la sociedad.
Incluso cuando conoces de hace años a tus posibles partners, hasta que no te pones a trabajar con ellos, no los conoces en esa faceta y, por lo tanto, no sabes si te vas a poder entender bien con ellos.
El pacto de socios sirve entonces para…
En general, determinar y regular algunos que impidan, minimicen o regulen el impacto de ciertas situaciones por las que vivirá la startup o empresa recién creada.
En concreto, nos ayuda a:
1. Determinar las acciones o tareas que se comprometen a realizar los socios y qué hacer cuando aquellas no se llevan a cabo por parte de su responsable o encargado. También podrías regular qué sucede en caso de que no lleve a cabo las tareas a las que se había comprometido en virtud de lo dispuesto en el business plan, sin necesidad de regularlo en el pacto directamente, pero sí remitiendo debidamente a aquel que, por supuesto, deberá estar confeccionado lo mejor posible.
2. Determinar cuándo y en qué condiciones se pueden vender las participaciones de la sociedad, así como si existen límites de venta, prohibiciones de venta o condiciones especiales para ello (por ejemplo, limitar que determinadas personas puedan ser socias; o exigir que para la entrada de un socio se requieran determinados requisitos). Aquí es muy importante establecer cláusulas de arrastre o acompañamiento, conocidas como drag along y tag along respectivamente.
3. En qué momento se pueden separar o ir los socios y cuáles son las consecuencias de ello, además de muchos otros aspectos clave en el día a día de una sociedad. Por ejemplo, si sois tres fundadores los implicados en el proyecto, podéis condicionar la salida de cada uno de ellos a que se den ciertas circunstancias, establecer un plazo mínimo o cláusula de permanencia y, en caso contrario, establecer una penalización o reducción en el valor de las participaciones… todo ello, claro está, cumpliendo con lo que diga la ley al respecto pero modulando los intereses de una y otra parte, tanto cuando son socios como cuando se van o se quieren ir…
4. Determinar si otros socios pueden o no hacer la competencia durante la evolución del proyecto o una vez se hayan marchado de la misma, así como en qué condiciones, en su caso. Por ejemplo, puede ser que un socio del proyecto quiera desarrollar el negocio entre semana pero el fin de semana trabajar en otra cosa…
5. Establecer a quién pertenece la propiedad intelectual o industrial, esto es, los activos previos que se hayan aportado o creado para la sociedad; cómo se reconoce y a quién se le atribuye la titularidad de lo que se crea durante el período de actividad de la sociedad y qué sucede cuando los socios se van, en su caso. Por ejemplo, ¿Qué sucede con la marca de la empresa? ¿Y con la propiedad intelectual o industrial? ¿Se sigue remunerando al socio que se fue? ¿Cómo? ¿Se le asigna un porcentaje de los beneficios?
Imaginemos que dicho socio creó alguna cosa, como una aplicación o algún elemento patentable, cualquier producto sujeto a derechos de propiedad intelectual o industrial. En estos casos es muy importante determinar de quién es la titularidad o autoría moral y luego cómo se reparten los derechos de explotación. No regular esto puede conllevar muchos problemas en la práctica puesto que siempre puede haber conflicto de egos, creencia de que uno ha llevado a cabo determinada cosa u otra… Lo hemos visto y, por ello, es importante tanto entenderse entre los socios como definir todas estas situaciones que pueden afectar al desarrollo del negocio.
Es muy importante tener en cuenta también otros aspectos que van a condicionar la efectividad del pacto de socios como, por ejemplo, en qué momento se realiza dicho pacto y cómo va a condicionar la evolución de la empresa. Así, no es lo mismo una startup que comienza y que está en fase de seed capital o seed stage que en fase early stage; o de crecimiento o growth, además de otras posibles circunstancias que podrán conllevar otro tipo de pactos. Lo cierto es que, en todas estas situaciones, los pactos de socios se van a ir modulando y adaptando inexorablemente.
Otros aspectos a considerar
Otro elemento para tener en cuenta y como recomendación es, si bien puedes descargarte un modelo de internet, lo conveniente es que dicho modelo y su posterior adecuación a tu compañía sea lo más ajustada posible a tus necesidades y que prevea las posibles situaciones que se puedan producir en tu tipo de compañía. Los modelos, lamentablemente, no regulan muchas situaciones por lo que es preciso que te asesores bien tanto a nivel de estrategia de negocio como desde el punto de vista legal.
Y es que muchas veces, hasta que no estás metido, no te encuentras en determinadas situaciones y uno quiere creer que todo será bonito y fácil. A veces, sí lo es. Pero en muchas otras ocasiones, es todo lo contrario y lo que dijiste o acordaste, pero sobre lo que no hay un papel, puede significar varios males de cabeza. Por lo tanto, te conviene prevenir, asesorarte y determinar lo que puede suceder (o no) en un futuro y cómo protegerte en determinadas situaciones.
Si quieres que te asesoremos sobre la necesidad de disponer de un pacto de socios o no y de cuáles son las condiciones clave que debes regular en él, ponte en contacto con nosotros y te acompañaremos en este proceso.
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