Ya hace varias semanas, te contamos en el programa SocialSlang de Radio Kanal Barcelona, cuáles son pero si ahora mismo, no tienes ganas de leer, puedes escuchar el audio de la entrevista. No obstante, a título de síntesis y por si quieres «calentar motores», te recordamos cuáles son:
1. Los Avisos Legales son necesarios para tu página web
Desde mi opinión profesional y atendiendo a la experiencia que tengo, no todos los Avisos son válidos para todo el mundo. En función del tipo de negocio, de si eres una empresa o un profesional, de si comercializas productos o servicios, deberás tener en cuenta unos parámetros u otros. No se vale lo del «copiar y pegar» y hacerlo así, conlleva algunos riesgos.
Estos Avisos legales pueden estar conformados por el Aviso Legal estándar, donde se indica quién hay detrás de la página web o tienda online; las condiciones de uso y/o contratación, que regularán la prestación de servicios o venta de productos (cómo se prestan servicios o se comercializa la venta y en qué condiciones, así como qué derechos tienen los consumidores o usuarios al respecto) y luego, muy importante, tenemos que disponer de la correspondiente política de privacidad y de cookies con las que explicaremos al usuario o cliente de nuestra página web, qué tipo de datos recabamos y para qué, entre otras cosas.
No olvidemos que igual que efectuamos una compra en la tienda y nos asisten unos derechos, tener una tienda «virtualmente» o presentar nuestra empresa en la red, no hace que estas obligaciones desaparezcan sino que, además, implican algunas otras cosas.
2. Adecuar tu empresa a la normativa de protección de datos
¿Por qué? No sabéis cuantas veces he visto la frase aquella de «disponemos o hemos procedido a declarar los correspondientes ficheros ante la Agencia Española de Protección de Datos». Y luego resulta que no es así. Si bien lo de declarar los ficheros ahora mismo es obligatorio, puede que cambie y ni tan solo sea necesario debido a los cambios que se están produciendo a nivel europeo con la nueva Directiva de Protección de Datos, en borrador, actualmente.
Pero la parte importante de adaptar nuestra página web no está en lo que se ve en nuestra página web sino en lo que hay que hacer tras ello. Todo es importante, está claro, pero es que hay mucho más detrás de la parte visible o pública de nuestra página web o tienda online.
El hecho de adaptar no solo una página web sino un negocio a la normativa de protección de datos, hace que nuestros circuitos de la información (cómo recogemos los datos de nuestros clientes, usuarios, trabajadores…; cómo los almacenamos y qué hacemos con ellos…), se armonicen, estableciendo protocolos que cohesionan y conllevan una mejora en la organización de nuestra empresa. De modo que el no adaptarse a la normativa de protección de datos porque «supone un coste adicional» para un negocio, es un error ya que te puede salvar de fallos en tu empresa a nivel de seguridad informática, por ejemplo, que podrían suponer grandes cantidades de dinero. Por ejemplo, ¿qué sucede cuando no dispones de copias de seguridad de tu negocio y se pierde alguna información de un cliente? ¿qué pasa cuando un trabajador tiene acceso a la contraseña de un compañero? ¿qué hacer ante una pérdida de datos personales de un cliente que detectamos cuando aquel nos pide una copia de su expediente? Tal vez sean preguntas que no te hayas preguntado ni te hayan ocurrido. Pero son cosas que pueden pasar, y pasan. Lo sé por experiencia.
Adaptar tu negocio a la protección de datos puede minimizar, y mucho, este tipo de riesgos. También puede hacer que un cliente disgustado contigo, si te denuncia ante la Agencia de protección de datos, no tenga nada que hacer al respecto – valga la redundancia-, si acreditas que tú has hecho todo lo que debías en esta materia.
En consecuencia, no solo te invito a que leas el contenido del post en SocialSlang donde podrás ver más el detalle acerca de los requisitos legales que debe reunir tu página web; sino a que nos sigas en el blog o contactes con nuestro despacho, si quieres llevar a cabo una adaptación a la normativa de tu página web o una adecuación de tu negocio a la ley de protección de datos.
Es importante también que lo tengas en cuenta si valoras la información que recabas de tus clientes y la imagen de fiabilidad, seguridad y transparencia que quieres transmitir hacia ellos. Por ejemplo, imagina que tienes una página web muy bien diseñada pero luego tus avisos son imprecisos, mal redactados o insuficientes. La imagen que querías dar de inicio, puede irse al traste. Así que tenlo en cuenta y aplica nuestros consejos.